sábado, 4 de octubre de 2014

¿Cómo te hablas a tí mismo?


De manera automática solemos tener en nuestro interior un diálogo interno que puede ir narrando aquello que ocurre en nuestras vidas, lo que nos rodea, lo que nos pasa. Este diálogo interno puede hacer valoraciones, interpretaciones, juicios tanto del exterior como de nosotros mismos y desafortunadamente en más ocasiones de las deseadas eso que nos decimos no suele ser muy agradable.

Muchas personas suelen ser demasiado duras consigo mismas a la hora de valorar sus capacidades, habilidades, formas de ser y de comportarse, incluso ser duros con las propias formas de pensar y con las emociones y sentimientos que tienen.

Hay personas que sienten culpabilidad por tener en la cabeza determinadas ideas ("no debería pensar así","tengo que estar loco por tener estas ideas"), o por sentir determinadas emociones ("me siento culpable porque me van bien las cosas y me siento triste"). Hay personas que se desprecian por no comportarse de una determinada manera ("debería ser más sociable"), o por comportarse de alguna forma que no desean ("¡¿cuándo aprenderé a decir que no?!"). Hay personas que no se gustan ni física ni personalmente, desean ser diferentes ("soy gordo, a nadie le puedo gustar", "no soy simpático")...

Este diálogo interno se manifiestan con palabras o frases que uno se dice a sí mismo, frases del tipo: no valgo para nada, soy un inútil, otra vez fracasaré, no lo conseguiré, soy malo, no lo puedo hacer, los demás son mejores que yo, no puedo empezar nada, no puedo acabar nada, me odio a mí mismo, soy un fracasado, etc. A la larga, estas frases pueden favorecer o mantener estados de ánimo bajos o deprimidos, bajar la autoestima, influir negativamente en el autoconcepto, lo cual favorece a su vez dichas frases e ideas, entrando en un círculo vicioso...

Todas las personas tenemos un diálogo interno, la diferencia entre unas y otras es lo bien o mal que nos tratamos a lo largo del día, en los distintos lugares donde ocurre nuestra vida, con distintas personas, etc. Así por ejemplo, hay personas que son muy autoexigentes y se dan "mucha caña", no permitiéndose cometer ningún error, lo cuál es difícil dadas sus necesidades perfeccionistas; otros pueden ser más benevolentes y se pueden tratar con más cariño y compasión. Sería una cuestión de grado o cantidad, en mayor o menor medida "nos hablamos" mejor o peor.

Una posible salida a este hábito es tomar consciencia de qué tipo de palabras y frases autorreferenciales nos decimos a nosotros mismos en nuestro día a día. Una vez nos demos cuenta, podemos hacer el esfuerzo de relativizar dichas ideas, buscar otras cosas alternativas para decirnos, buscar pruebas objetivas y realistas sobre la veracidad de las mismas. Se buscaría sustituir ese viejo y perjudicial hábito por otro más adecuado y beneficioso.

Desafortunadamente, en ocasiones este diálogo interno es excesivamente duro, rígido e inflexible, es excesivamente destructor... generando mucho malestar y sufrimiento y a la larga (junto a otros factores) puede llevar a afectar tu salud y generar algún problema psicológico. En estos casos sí sería recomendable buscar ayuda profesional, la cual te ayudaría a sustituir ese mal hábito mental.

Finalmente, añado algunas preguntas que espero te ayuden a reflexionar:

¿Cómo te hablas a tí mismo?
¿Le hablas a tus amigos como te hablas a ti?
¿Permitirías que un amigo te hablara así?
¿Qué pensarías de una persona que se habla a sí misma como tú lo haces?¿Qué le aconsejarías?
¿Cómo te sentirías (o te sientes) si alguno de tus padres, hijos o tu pareja te hablara como tú lo haces?
¿Mereces recibir ese trato?¿Durante cuánto tiempo más?¿Quieres cambiarlo?

...puedes cambiarlo.

David Moleiro Melián.
Psicólogo T-1799


3 comentarios:

  1. Cuando las cosas me van mal me habla muy mal y yo misma me hundo en la miseria, pero cuando me salen las cosas bien no las valoro para nada

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    1. Desafortunadamente eso le pasa a muchas personas, les han enseñado y han aprendido a hablarse de una determinada manera, pero al igual que se aprende, se puede desaprender y sustituir por otras maneras más "útiles y beneficiosas", eres la responsable y protagonista de tu vida.
      Gracias por comentar, saludos.

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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